Devuélveme
la sonrisa que poco a poco
de
mis labios te has ido llevando.
Devuélveme
la esperanza que me has robado
y
traficas con ella por cuatro monedas a la primera de cambio.
Devuélveme
a los niños que jugaban a ser niños
y
no niños que juegan con armas reales.
Devuélveme
la paz en mi alma, la fe en mi corazón
que
por ansia de poder me arrancaste.
Devuélveme
la tierra que pisamos
limpia
de artefactos que tanto daño nos hacen.
Y
en su lugar, sembremos árboles, flores,
con
su armonía de colores.
Devuélveme
a todos los animales libres de tantas
ambiciones,
que nunca más paguen con su vida tan
alto
precio con sus pieles.
Devuélveme
un mundo nuevo.
Un
mundo, donde no exista guerra,
muerte ni hambre, donde
no exista la envidia,
ni los celos nos conviertan en
rivales.
Devuélveme
la tranquilidad, para andar
libremente
por las calles sin miedo
ni
temor a que nos maten.
Devuélveme
la sensibilidad y el respeto,
que
el amor y la felicidad tan anhelada sea
lo
único que se respire en este planeta.
Muéstrame
la cara más fiable del hombre y por
una
vez y para siempre, devuélveme la esencia de
lo
humano.
Del
libro: Naturalmente enamorada.
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