Seguramente has oído hablar de los ácaros, y
sabes que los colchones son su escenario perfecto, pero quizá no sabías la
causa. Y es que los ácaros se alimentan de las células de nuestra de piel. Y
qué mejor lugar para encontrar este preciado manjar que en nuestro colchón: de
media, un ser humano desprende unos 28 gramos de piel muerta cada mes,
lo que equivale al peso de un paquete de patatas fritas. Y, al dormir, muchas
de estas células acaban en nuestra cama, donde los ácaros del polvo encuentran
su nido ideal: un lugar cálido y húmedo con gran cantidad de comida.
Un estudio sobre colchones realizado en Japón
reveló que más del 90% de las camas contenían ácaros y más del 50% tenían
rastros de insectos en su cama, incluyendo polillas, gusanos de seda,
escarabajos y cucarachas. Además, sabemos que en un sólo colchón
habitan alrededor de 2 millones de ácaros. Los ácaros, en sí, no son
alergénicos, sin embargo, sus heces contienen una proteína que puede
desencadenar reacciones alérgicas, asma, eczemas y rinitis alérgicas. Y,
teniendo en cuenta que los ácaros ponen hasta 40 millones de excrementos al
día, se trata de un problema más serio de lo que parece.
Los ácaros
son una subclase de arácnidos compuesta por miles de especies. De hecho existen
unas 50.000 especies descritas pero se calcula que pueden existir más de
100.000 que todavía no han sido clasificadas. Los ácaros que pueblan nuestras
casas tienen un tamaño entre 0,2 y 0,5 milímetros, lo que les
hace invisibles al ojo humano, además de habitar zonas de la casa donde es más
que complicado buscarles, como las alfombras, colchones y almohadas. Es más, en
un solo colchón podemos encontrar más de 2 millones de ácaros.
Los ácaros, en sí, no son alergénicos, sin
embargo, sus heces contienen una proteína que puede desencadenar
reacciones alérgicas, asma, eczemas y rinitis alérgicas. Y aunque solo
unas 25 especies de las casi 50.000 especies descritas están relacionadas con
enfermedades alérgicas, la verdad es que muchas personas sufren problemas de
alergias.
Según Toby Saville, micro-biólogo de Dyson: “mucha
gente desconoce la gran cantidad de ácaros que conviven con ellos en su colchón,
por lo que a muchos les parece extraño tener que aspirar su colchón”. De
hecho, ante el creciente conocimiento de la población unida a la preocupación
de parte de la sociedad, las compañías han lanzado productos para evitar los
ácaros. Un buen ejemplo de ello es la aspiradora Dyson V6 Mattress,
especialmente diseñada para limpiar colchones o los aspiradores con filtros
específicos contra los ácaros.
En cualquier caso, como apuntan desde el American
College of Allergy, Asthma & Immunology “es imposible eliminar
todos los ácaros del polvo”, aunque sí existen algunas buenas
recomendaciones para evitar su crecimiento, como evitar acumular polvo,
utilizar ropa de cama antialérgica y utilizar superficies de vinilo y madera en
vez de alfombras y tapetes.