Importante

Nota: Es mi lema frente a la vida, es respetar a los demás, tal y como me gusta que me respeten a mí. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, con sinceridad y la verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y no perdona la traición a mi amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/ or, de los animales; no me interesas ni como humano, ni como amigo. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

Vistas de página en total

viernes, 15 de abril de 2016

Bailar protege el cerebro

¿De qué forma altera las conexiones cerebrales? Te lo explicamos aquí.
bailar-cerebro
Cuando nos introducimos en la pista de baile, nuestro cuerpo intenta sincronizarse al ritmo de la música y nuestro cerebro orquesta todos esos movimientos, ordenando a nuestras articulaciones cuándo y cómo moverse. Estamos bailando.

Los mecanismos del cerebro


Existen distintos mecanismos neuronales relacionados con el baile: cuando nos movemos, empleamos neuronas y sustancias químicas del cuerpo para controlar los músculos que afectan a las articulaciones, al movimiento y al equilibrio. El sistema nervioso activa grupos de músculos que trabajan juntos para lograr un amplio rango de movimiento y así demostrar nuestras muchas o pocas dotes como bailarines.

Los movimientos voluntarios, como bailes con una coregografía marcada como una bachata o el tango, se originan en la corteza motora, que está implicada en la planificación, control y ejecución de este movimiento.
Las señales procedentes de la corteza motora viajan a través de 20 millones de fibras nerviosas de la médula espinal para que, por ejemplo, la muñeca o el dedo del pie respondan de una manera determinada. Curiosamente, cuanto más pequeño es el movimiento, más dedicación recibe de la corteza motora, lo que llamamos la corteza somatosensorial, una región media del cerebro responsable del control motor, que también juega un papel clave en la coordinación ojo-mano.

Por otra parte, los ganglios basales, otro grupo de células del cerebro, también se comunican con otras regiones del cerebro para coordinar sin problemas el movimiento. Así, todo este complejo engranaje del cerebro traduce finalmente las señales neuronales en la lista de baile convirtiendo nuestros movimientos en reales.

Pero, ¿de qué manera afecta el hecho de bailar a nuestro órgano pensante?


Según el neurocientífico y director de la Science Gallery en el King's College London (Reino Unido) Daniel Glaser, bailar mejora la función cerebral a una gran variedad de niveles. Por un lado, nuestra memoria muscular nos permite aprender cómo llevar a cabo un baile sin tener que pensar en los pasos. Esto sucede porque los movimientos encajan a fondo en el cerebro, creando una especie de taquigrafía entre lo que pensamos y lo que hacemos. Esto es, memorizamos cómo hacer las cosas de una forma tan eficiente que no requieren de un esfuerzo consciente por nuestra parte. Repetir los pasos de baile constantemente nos lleva a tal punto que podemos llevarlos a cabo de forma automática.

Además, a pesar de que la memoria muscular sea incapaz de distinguir cuándo nos equivocamos al hacer un paso y cuándo no, algunos estudios han planteado que las endorfinas que se liberan tras realizar un movimiento correcto en el baile, hacen que el cerebro almacene como forma adecuada tal movimiento; un proceso que reconfigura continuamente las vías neuronales del cerebro.

Las células de memoria muscular pueden activarse con cualquier actividad. Las evidencias científicas sugieren que los cambios que, por ende, pueden producirse en nuestra materia gris, pueden conducir, a su vez, a modificaciones en nuestras capacidades. Bailar integra varias funciones del cerebro implicadas en la cinestesia, al seguir el ritmo y vivir la emoción positiva mientras bailamos; todas ellas aumentan la conectividad de nuestro cerebro.

Según una investigación publicada en la revista New England Journal of Medicine, bailar puede prevenir además las enfermedades neurodegenerativas y aumentar la agudeza mental a todas las edades. Practicar baile o actividad similares, puede reducir drásticamente la aparición de la demencia y la enfermedad de Alzheimer. Y es que el baile obliga al cerebro a recolocar regularmente sus vías nerviosas, especialmente en las regiones que implican la función ejecutiva, la memoria a largo plazo y el reconocimiento espacial.

 Fuente: Muy Interesante

viernes, 8 de abril de 2016

Un paáncreas para diabeticos

Un páncreas 2.0 ‘liberará’ a los diabéticos

El páncreas artificial Diabeloop, desarrollado por investigadores franceses, mide el nivel de glucosa en sangre y se encarga de suministrar la dosis adecuada.

diabetes
Ver galería Todas las claves de la diabetes tipo 2 Diabeloop es un páncreas artificial que tiene por objetivo restaurar parte de su libertad a aquellas personas obligadas a convivir con la diabetes de tipo 1 –aquella en la que el cuerpo no puede producir suficiente insulina a causa de la destrucción de las células que sintetizan esta hormona–, ya que es capaz de medir, de manera inteligente y autónoma, el nivel de glucemia en sangre del paciente, así como decidir la dosis de insulina que debe suministrarle.
Este avance médico está siendo desarrollado por científicos franceses del Centro de Estudios y de Investigaciones para la Intensificación del Tratamiento de la Diabetes (CERITD), en colaboración con el CEA-Leti, laboratorio de investigación galo especializado en electrónica y tecnología de la información.
El dispositivo está formado por un medidor continuo de glucosa y una bomba pequeña de insulina de tipo parche, y ambos están conectados via Bluetooth a un smartphone dotado de un complejo algoritmo personalizado que puede precisar las necesidades de insulina de cada paciente en particular.
En declaraciones a Le Quotidien du Médecin, el profesor Éric Renard, especialista en diabetes del Hospital de la Universidad de Montpellier (Francia) –uno de los centros hospitalarios implicados en el proyecto–, señala que este páncreas 2.0 pretende devolver “la despreocupación” a los pacientes. Y, por tanto, mejorar su calidad de vida.
Porque el diabético de tipo 1 ya no tendrá que encargarse de vigilar su nivel de glucosa en sangre ni de decidir acerca de la dosis de insulina que precisa, decisiones que a veces llevan a errores por exceso (estos pueden provocar una hipoglucemia, que, en casos muy graves, conduce incluso al coma) o por defecto (la hiperglucemia puede implicar problemas en los vasos sanguíneos que irrigan los ojos, los riñones, el corazón y el cerebro o incluso favorecer el desarrollo de aterosclerosis).
En comparación con otros competidores internacionales que trabajan en proyectos similares a este, Diabeloop se distingue por contar además con un servicio a distancia, que incluye la monitorización del paciente por parte de equipos médicos las 24 horas del día. 
Este proyecto se viene desarrollando en Francia desde 2011 y un primer prototipo pasó con éxito todos los estudios clínicos realizados en 35 personas en 2014. En estos momentos se siguen llevando a cabo numerosos tests y ensayos y, si los resultados son los esperados, el Diabeloop empezará a comercializarse a finales de 2017 en Europa. 

Información de Muy interesante:

Es triste



Es tan triste, que la misma vida
te arrebate lo que somos.
Es tan triste, no recordar tus manos,
que con tanto esmero me acariciaron.
Es tan triste, mirarte fijamente y
no saber si me quieres hacerme daño o cuidarme.
Es tan triste no recordar quién eres.
Es tan triste, tan triste.
Es tan triste, discutir por tonterías,
tengo la razón o por el contrario la tienes tú,
tendiéndole un pulso a la vida en vez de vivirla,
discutir y hacer las cosas tan grandes, que
al final de la discusión, nadie sabe porque se discutía.
No, no somos conscientes de que la vida es un suspiro y
pasa tan deprisa, me niego a todo ello.
Quiero contemplar la flor que crece,
ver el agua correr por el arroyo, decirte y escuchar,  te quiero.
Despertarme y saber que tú eres tú,
vivir la vida hasta que no me quede aliento.
Pero soy consciente de que tal vez, quizás un día,
abra los ojos y no recuerde tu nombre.

Poema inédito de Ana G.