Importante

Nota: Es mi lema frente a la vida, respetar a los demás, tal y como me gusta que me respeten a mí. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, con sinceridad y la verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y no perdono la traición a dicha amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/or, de los animales; no me interesas ni como como amigo, ni tan siquiera como humano. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

Vistantes

sábado, 15 de febrero de 2014

El vino

Dos copas de vino al día reducen a la mitad el riesgo de mortalidad.

Consumir alcohol de forma excesiva, como por ejemplo tomando esa última copa de más al final de la noche, ha sido vinculado con una alta tasa de cáncer y obesidad. Pero diversos estudios han demostrado también que las bebidas espirituosas, en su justa medida, reducen la incidencia de enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes, cirrosis hepática y epilepsia. ¿Cuál es la cantidad idónea de alcohol que debemos consumir al día para mantenernos sanos? Según un nuevo estudio, entre una y dos copas de vino tinto en el caso las mujeres, y entre tres y cuatro, en el de los hombres, reportan innumerables efectos beneficiosos, llegando a reducir el riesgo de mortalidad en un 40 por ciento.

Así concluye el trabajo publicado en el British Journal of Nutrition y llevado a cabo por el Instituto de Salud Carlos III, la Universidad de Navarra, y el CIBEROBN. Es la primera vez que se analiza la influencia del patrón global de ingesta de bebidas alcohólicas en relación a la mortalidad. Según la investigación, el consumo moderado de alcohol durante toda la semana, evitando el atracón de viernes y sábados, reduce prácticamente a la mitad el riesgo de muerte respecto a los abstemios. Los autores señalan que, para gozar de estos efectos protectores, es importante optar por vino tinto frente al resto de bebidas destiladas, ya que es un auténtico elixir de buena salud.
Para obtener esta conclusión, los científicos realizaron un seguimiento de cerca de 20.000 participantes durante 7 años, y descubrieron que la mortalidad se veía reducida considerablemente cuando se consumía alcohol al estilo tradicional mediterráneo, es decir, cuando se bebía una media de 30 gramos de vino al día durante toda la semana, siempre acompañado de las comidas y nunca sobrepasando las cinco bebidas alcohólicas al día.

"Cuando el consumo de alcohol se aleja de este patrón, se duplica el riesgo de mortalidad”, advierte Martínez-González, profesor de la Universidad de Navarra. El hallazgo se suma a la larga lista de efectos saludables derivados del consumo responsable de alcohol, que además de fortalecer nuestro cuerpo, nos hace más felices.
 

viernes, 14 de febrero de 2014

¿Qué leemos?

¿Qué libros leen los españoles?

El 58% de españoles afirma leer entre una y dos horas diarias, tiempo superior al que dedicaban a esta actividad hace 20 años, y la mayoría prefiere el formato de papel frente al digital, según una encuesta elaborada hace poco por los grandes almacenes de libros y música Fnac.

En cuanto a los autores predilectos, Arturo Pérez-Reverte es el favorito de los encuestados entre los nacionales, seleccionado por un 41% de los entrevistados, seguido por Eduardo Mendoza (27%), Miguel Delibes (24%), José Luis Sampedro (23%), Almudena Grandes (22%), Manuel Vázquez Montalbán (14%); Antonio Muñoz Molina (12%), Javier Marías (11% ), Ana María Matute (10%) y Rosa Montero (9%). De los autores internacionales, el primer puesto es para José Saramago, elegido por un 37%, seguido de Mario Vargas Llosa (36%), Paul Auster (30%), Haruki Murakami (23%), Amin Maalouf (10%), Roberto Bolaño (9%), Cormac McCarthy (8%), Philip Roth (7%), J.M. Coetzee (6%) y Margaret Atwwod (5%).

La encuesta revela también que a la hora de adquirir un libro, un 84% tiene en cuenta su temática, un 71% valora el autor y un 46% sigue las recomendaciones de familiares y amigos.

En lo que se refiere al sitio favorito de lectura, el hogar sigue siendo el preferido para el 72% de los encuestados, mientras que los trayectos cortos en transporte (metro, bus, etc.) lo es para el 14%. 

miércoles, 12 de febrero de 2014

El médico 3ª y última parte





 
Avicena trató al príncipe y comprendió que, en buena medida, su dolencia no era otra cosa que la presión que sufría por parte de su dominante madre. Sayyeda y su hijo se odiaban cordialmente. Una vez que el galeno reforzó el  carácter del joven, la reina le ofreció la dirección del hospital de Raiy, que nada tenía que envidiar a los de Bagdad, la capital del Imperio abasí. 
En su interior se almacenaban los medicamentos, clasificados por orden utilitario, como el purgante ruibarbo; la nuez vómica, usada como estimulante; el bambú para curar la disentería; y el ámbar, que se prescribía para los tics faciales. Avicena se vio envuelto en el golpe de Estado que encabezó el príncipe con ayuda de los turcos contra su madre. Esta logró huir a las montañas y pidió ayuda a los kurdos, que sitiaron la ciudad. Pasó el invierno, llegó la primavera y la situación no cambió, por lo que Majd al-Dawla decidió salir de la ciudad a presentar batalla. Los kurdos tomaron la  iniciativa, y cuando parecía que el combate les era favorable aparecieron diez  elefantes turcos protegidos de corazas y armados con espolones. Se desplazaban con gran rapidez y lo barrían todo a su paso, pisoteando cadáveres y provocando el pánico entre las tropas kurdas, que finalmente huyeron en desbandada. Majd al-Dawla venció y Avicena, que había contemplado el horror de la batalla desde el carro donde había instalado su dispensario ambulante, decidió que lo mejor era cambiar de aires. En su nuevo peregrinaje por Persia, redactó el tercer libro del Canon de la medicina, escribió unas tablas astronómicas, un compendio de hechizos y talismanes y un tratado de alquimia. Por aquel entonces, un enviado de Shams al-Dawla, príncipe de Hamadán, le entregó una carta en la que este le pedía ayuda para tratarle una enfermedad. Avicena fue a verle y diagnosticó a  hams una úlcera de estómago que no habían detectado los médicos de la corte. Una vez recuperado, el príncipe nombró gran visir de Hamadán a Avicena, quien emprendió la redacción de otra de sus grandes obras, El libro de la curación. “Nuestra intención es reunir el fruto de las ciencias de los antiguos que hemos podido verificar, ciencias basadas en una  educción firme o en una inducción aceptada por los pensadores que desde hace tiempo buscan la verdad”, subrayó Avicena. La obra es una compilación que engloba todos los saberes racionales. Con ella, el autor se adelantó seis  siglos a las primeras enciclopedias modernas.


Aquella etapa creadora se interrumpió bruscamente con la repentina muerte de Shams al-Dawla. Su hijo Sama subió al trono, se negó a reconocer al galeno en sus funciones de gran visir y ordenó que le encarcelaran en la fortalezade Tabarek. La causa del encierro fue una inocente carta que Avicena había enviado a Ala al-Dawla, señor de la poderosa ciudad de Isfahán y enemigo del príncipe de Hamadán. La tensión creció hasta que finalmente ambos ejércitos se enzarzaron en una cruenta batalla, de la que salió victorioso Ala al-Dawla. Avicena abandonó la prisión y se trasladó a Isfahán, donde pasó la última etapa de su agitada vida. Su continuo peregrinar no le impidió seguir escribiendo, y en Isfahán concluyó El libro de la curación, culminación de su enorme legado intelectual. Cuando presintió su muerte, ordenó a su fiel discípulo que cuidara su obra y repartiera sus bienes entre los pobres. 


El príncipe de los médicos falleció el 18 de junio de 1037 cerca de Hamadán, donde fue enterrado. En la década de los 50 del siglo pasado, se construyó un mausoleo en la ciudad para cubrir el antiguo sepulcro que contiene los restos de Al-Shaij al-Rais, ‘el primero de los sabios’.