¿Habéis estado en el antiguo Café
Gijón?
Como por poeta me tengo, mi gran curiosidad
e ilusión era poder estar allí, donde la leyenda hace por si
sola historia.
Leyenda para cualquier artista que
se precie, bien sean pintores, poetas, escritores, actores y sin distinciones de
género, bien sea masculino o femenino.
Quizás, esperaba un ambiente cargado
con el entrante olor a naftalina de los viejos tapizados de las sillas. Por el
contrario, me encontré con un lugar acogedor, digno de ser visitado no solo una vez, sino , infinidad de veces y así lo haré, en
mis próximos viajes , para recrearme y poder saborearlo mejor.
Las paredes cubiertas de madera,
sus apliques dorados, mesas de negro mármol y por supuesto sus sobrios sillones
tapizados de rojo. Al principio me encontraba un tanto cohibida, por tanta
historia que entraña dicho Café. En las paredes hoy en día, habitadas tan solo por, cuados y alguna caricatura de, Alberti, Francisco Umbral y Camilo José Cela.
Como digo yo, un
buen escritor tiene que tener mucha imaginación y por suerte para mí, imaginación,
no me falta.
Así que allí sentada, imaginaba a todos los
poetas del 27, fraguando con
un trozo de papel y pluma sus más bellos escritos. Federico García Lorca, Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Dámaso
Alonso, Luis Cernuda y tantos otros...
Sentí una nostalgia tremenda que invadía mi
ser, ¡Qué bello hubiera sido conocer a todos y cada uno de ellos! donde la cultura,
la belleza que plasmaban en aquellos trozos de papel, hacen que hoy en día disfrutemos del legado que nos
dejaron. Literatura Pura.
Sentía verdadera emoción de estar allí, donde
tantos poetas habían discurrido sobre la poesía y muchos de ellos más tarde, exilados
y otros muertos, por defender simplemente unas ideas, o tal vez ni eso, tan solo,
porque les suponían un peligro, para quienes en aquellos
momentos mandaba.
Allí, donde se forjaron estilos de
pintura nuevos de un Juan Gris, Picasso, Dalí o el gran director de cine Luis
Buñuel...
Sería muy largo reseñar, a todos los que se forjaron en aquellas mesas y explicar en palabras la emoción que me invadida.
Como he dicho, no será la única vez
que vuelva y saborear de nuevo y mejor, dicha
institución que apreciamos, los amante de la poesía.