Importante

Nota: Es mi lema frente a la vida, es respetar a los demás, tal y como me gusta que me respeten a mí. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, con sinceridad y la verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y no perdona la traición a mi amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/ or, de los animales; no me interesas ni como humano, ni como amigo. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

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lunes, 1 de marzo de 2010

Amor furtivo





 

Hacía tiempo que se veían a escondidas. No sabe si mentía o no, tampoco le importaba mucho. Era plenamente feliz, satisfacía todos sus deseos como nadie y eso era lo que le interesaba de él. Decía que se había enamorado como un chiquillo y le gustaba esa sensación de esperar el día en que pudieran verse. Tal vez por la novedad y la emoción de estar con una mujer prohibida. Él muy sutilmente le inducía al pecado cada vez que quedaban con algún pretexto. No podían refrenar esa excitación que sentían cada vez que estaban cerca. Tampoco querían hacerlo, aunque ella le comentaba que deberían de dejar de verse ya que no conducía a nada por parte de ella. No podían caminar juntos, como tampoco ir al cine juntos, ni besarse, ni cogernos de la mano. Cosas típicas de pareja. Pero es que no eran una pareja le decía ella y él parecía conformarse con solo el hecho de tenerla de vez en cuando junto a él en una fría habitación de un hotel cualquiera. Tan solo caldeada por el calor que desprendían sus cuerpos amándose apasionadamente.




Empezó con cariño, amistad y sexo, aceptado por los dos para pasar sin darse cuenta quemándose ya que poco después él quería y pedía más y ella nadando entre dos aguas no podía sacar más tiempo del que le ofrecía.




¿Más? No puedo- dijo ella.



Pasaban algunas noches juntos, era todo cuánto ella le podía ofrecer en aquellos momentos y evidentemente no quería hacer daño ni a su marido ni a él. Pero poco a poco se le iba metiendo en sus pensamientos y en su corazón, cautivándola hasta el punto de pensar, solo pensar, en irse con él. Podía haberle amado con toda su alma si él hubiera tenido paciencia, podía haberla tenido a su lado con solo dejar pasar un tiempo y no ser tan exigente.

Pero la razón dice, que nunca acaba bien lo que mal ha empezado, y ella muy cabal, no quiso que se produjera tal hecho. Tan solo se limitó a quedarme pasiva pensando que hubiera pasado si lo hubiese abandonado todo por aquel hombre. Tan solo días después tuvo que enterarse que aquel hombre que la amaba tanto, según le decía, olvidaba todo lo vivido inclusive sus propias palabras y se marchaba con otra. Ella siempre se ha preguntado si él en su corazón la ha podido olvidar.




Fin


viernes, 26 de febrero de 2010

Presentación libro






Es para mí un placer invitaros a la presentación mañana sabado día 27 a tan emotivo evento.


Un beso muy grande a todos.


Ana Giner.

domingo, 31 de enero de 2010

El amor de una madre










Imagen de Gustavo Pujalte








En su andadura por toda la casa, vio una figura moverse de una estancia a otra. Más allá de llamar a Felipe cogió un atizador de la chimenea y se fue para ver quien era el intruso que se había colado perturbando su sueño.




En esos momentos vio una mujer con un vestido blanco inmaculado, de cabellos rubios y una túnica azul cubría sus hombros. Quedó paralizada ya que ella esperaba a un hombre que tal vez quería robarles.


No pudo reaccionar, con lo que la mujer de cabellos rubios se acercó a petra y sin mediar palabra la arañó en toda su cara diciéndole que jamás volviera a ponerle una mano encima a Judit. Si vuelves a pegarle volveré y juro por Dios que no solo te arañaré.


Petra no era mujer que se dejaba intimidar, pero asustada y temblando se fue a su habitación. A la mañana siguiente Petra tenía su cara marcada con arañazos. No le dijo nada a Felipe de lo ocurrido, pero miraba a Judit y no se atrevía ni tan siquiera a acercarse a ella.


Esta malvada mujer jamás se atrevió a ponerle la mano encima a Judit.


Una vez más una madre hace todo cuanto esta en este Mundo y en cualquiera para proteger a su hija.


Fin