Importante

Nota: Es mi lema frente a la vida, respetar a los demás, tal y como me gusta que me respeten a mí. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, con sinceridad y la verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y no perdono la traición a dicha amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/or, de los animales; no me interesas ni como como amigo, ni tan siquiera como humano. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

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jueves, 4 de diciembre de 2025

Emily Warren Roebling



La mujer que unió Brooklyn con Manhattan

La historia del Puente de Brooklyn es también la historia de Emily Warren Roebling. Su valentía, inteligencia y dedicación no solo hicieron posible una de las mayores obras de ingeniería del siglo XIX, sino que la convirtieron en un símbolo pionero de independencia y liderazgo femenino.

Antes de que una mujer se graduara en ingeniería en Estados Unidos, Emily Warren Roebling ya lideraba la construcción del puente de Brooklyn. Tras la muerte de su suegro y la enfermedad de su esposo, tomó las riendas del proyecto, convirtiéndose en la primera mujer ingeniera de campo y supervisando cada detalle de la obra. Investigamos su vida y legado, que la consolidaron como una figura fundamental en la historia de la ingeniería.

La tragedia que la llevó a liderar el Puente de Brooklyn

Warren nació en 1843 en Cold Spring, Nueva York, en una familia de clase media alta. Asistió a una prestigiosa escuela solo para niñas, el Convento Visitation de Georgetown. A pesar de la creencia de la época de que las mujeres no necesitaban una educación superior, Emily estudió matemáticas y ciencias. Además, a los 56 años obtuvo un certificado de derecho de la Universidad de Nueva York (NYU) y ganó un premio de 50 dólares por su ensayo “A Wife's Disabilities”, donde criticaba las limitaciones legales a la independencia financiera de las mujeres.

Warren conoció a Washington Roebling, un joven oficial, mientras visitaba a su hermano en un campamento del ejército durante la Guerra Civil. Se enamoraron y se casaron. En 1867, antes de que comenzara la construcción del Puente de Brooklyn, viajó con su esposo a Europa en una luna de miel tardía para investigar aspectos técnicos relacionados con el proyecto del puente que su suegro, John A. Roebling, estaba planeando. Durante este viaje, aprendieron sobre los cajones (cámaras estancas presurizadas para cimientos subacuáticos) y otras técnicas de construcción de puentes.

La tragedia llevó a Emily Warren Roebling a la vanguardia de la ingeniería. En 1869, su suegro murió de tétanos tras un accidente en la obra. Washington Roebling asumió el cargo de ingeniero jefe del proyecto, pero enfermó gravemente. Desarrolló el síndrome de descompresión debido al uso pionero de cajones neumáticos para la cimentación del puente y quedó postrado en cama.

De ingeniera autodidacta a activista por los derechos de las mujeres

Warren asumió un papel crucial: se hizo cargo de las comunicaciones de su esposo, estudió sus planes, copió sus especificaciones y explicó instrucciones a sus ingenieros asistentes. Se convirtió en lo que Washington llamó su “consejera más sabia” y “una mujer de infinito tacto”. Visitaba el sitio de construcción todos los días, asistía a las reuniones de la junta y administraba el proyecto, aunque intentó mantener su nivel de involucramiento en secreto para proteger la reputación de su esposo. Además, aprendió sobre resistencia de materiales, análisis de estrés, construcción de cables y cálculo de curvas catenarias.

Poco antes de la inauguración del puente, condujo un carruaje para probar las vibraciones, llevando consigo un gallo como símbolo de victoria. Además, fue la primera persona en cruzar el Puente de Brooklyn en carruaje durante su inauguración el 24 de mayo de 1883. Ese mismo día organizó una recepción en su casa para el entonces presidente de Estados Unidos, Chester A. Arthur.

Tras la construcción, viajó sola a Europa, donde conoció a la Reina Victoria en Londres y asistió a la coronación del Zar Nicolás II en Moscú. Al regresar, ofreció conferencias sobre sus experiencias en Rusia para la Federación de Clubes de Mujeres y se involucró cada vez más en la lucha por la igualdad de género. Además de dar discursos por todo el país en defensa del sufragio femenino y los servicios sociales para los pobres, alentó a las mujeres a estudiar derecho.

 

  

El Puente de Brooklyn fue el puente colgante más largo del mundo cuando se inauguró el 24 de mayo de 1883. Crédito: Jf Szekely / Wikimedia Commons.
Un “monumento eterno” al sacrificio

En 2024, un promedio diario de 103.051 vehículos, 28.845 peatones y 5.504 ciclistas cruzaron el Puente de Brooklyn. Esta infraestructura se ha convertido en un legado vivo de la visión, el esfuerzo y la determinación de Warren. “Esposa, madre, conferenciante, estudiante, viajera del mundo y mujer activa en clubes, esta polifacética mujer victoriana fue un ejemplo pionero de independencia”, indica la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles (ASCE, por sus siglas en inglés).

Como señaló el congresista de Nueva York Abram Hewitt durante la ceremonia de inauguración, el puente representa “un monumento eterno” a la dedicación y sacrificio personal de Warren. “El nombre de Emily Warren Roebling estará inseparablemente asociado con todo lo admirable en la naturaleza humana y todo lo maravilloso en el mundo constructivo del arte”, afirmó.


domingo, 12 de octubre de 2025

Karl Marx



Karl Marx (1818-1883) 

fue un filósofo, economista y pensador revolucionario alemán que desarrolló las teorías del comunismo y socialismo. Nació en Tréveris, estudió derecho y filosofía, y colaboró con Friedrich Engels para escribir el "Manifiesto del Partido Comunista" y "El Capital". Marx analizó el sistema capitalista y abogó por la emancipación de la clase trabajadora, lo que influyó profundamente en los movimientos obreros y la política mundial.

Orígenes y formación
Nacimiento y origen:
Nació en Tréveris, Prusia (actual Alemania), el 5 de mayo de 1818, hijo de una familia judía de clase media alta.

Educación:
Estudió derecho y filosofía en las universidades de Bonn y Berlín, donde se interesó por las ideas de Hegel y se involucró con círculos filosóficos radicales.

Carrera y activismo

Periodismo y escritura:
Tras graduarse, trabajó como periodista y escribió para diversos periódicos y revistas.

Colaboración con Engels:
En París conoció a Friedrich Engels, con quien colaboró estrechamente en la redacción de obras fundamentales como el "Manifiesto del Partido Comunista" (1848) y "El Capital".

Luchas y exilio:
Debido a sus ideas y activismo político, fue expulsado de varios países, lo que lo llevó a establecerse en Londres en 1849.

Obras principales y legado

"El Manifiesto del Partido Comunista":
Es una obra clave que llama a la revolución proletaria para abolir las relaciones capitalistas y establecer una nueva etapa social.

"El Capital":
En esta obra monumental, Marx realiza un profundo análisis del capitalismo, la explotación del trabajo y la concentración de la riqueza.

Influencia:
Las teorías de Marx sentaron las bases del marxismo y tuvieron una enorme influencia en los movimientos obreros y sociales del siglo XIX y XX, buscando la emancipación de la clase trabajadora y la abolición de las clases sociales.

Muerte

Karl Marx murió en Londres en 1883, dejando un legado intelectual que sigue siendo fundamental para entender la sociedad y la política modernas.

 

Jenny von Westphalen.
La aristócrata que renunció a su riqueza por casarse con Karl Marx e impulsó sus ideales revolucionarios

 

Jenny von Westphalen fue una escritora y pensadora política prusiana, esposa del filósofo Karl Marx, con quien compartió su vida de exilios, penurias económicas y activismo político. Proveniente de una familia aristocrática, se casó con Marx, a quien apoyó como colaboradora intelectual y transcribiendo sus manuscritos. Sufrió la pobreza y la muerte de cuatro de sus siete hijos, lo que la afectó profundamente, falleciendo de cáncer en Londres en 1881.

Primeros años y origen familiar
Nació en Salzwedel, Prusia, el 12 de febrero de 1814, en el seno de una familia noble con conexiones con la aristocracia escocesa.

Su padre, el Barón Ludwig von Westphalen, era un funcionario de alto rango en el gobierno prusiano.

Fue considerada una de las mujeres más deseables y cultas de su época, aunque renunció a una vida de lujos para estar con Marx, a quien conocía desde la infancia.

Matrimonio y vida con Karl Marx
Se casó con Karl Marx el 18 de junio de 1843.

Compartieron una profunda relación de amor y una pasión mutua por la lectura y el pensamiento político.

A pesar de su origen acomodado, la pareja vivió años de exilio, pobreza y constante dificultad económica debido al activismo político de Marx.

Su caligrafía ilegible y sus manuscritos difíciles hicieron que la colaboración de Jenny transcribiendo sus obras fuera fundamental para el trabajo de Marx.

Lucha política y social
Fue una pensadora política por derecho propio y la primera miembro de la Liga Comunista fundada por Marx y Engels.

Participó activamente en la vida política, llegando a ser detenida y expulsada en algunas ocasiones junto a Marx.

Colaboró en la prensa socialista y se involucró en la denuncia del maltrato a prisioneros políticos irlandeses.

Familia y fallecimiento
Tuvieron siete hijos, de los cuales cuatro murieron en la infancia, un hecho que la marcó profundamente.

Los duros golpes de la pobreza, la pérdida de sus hijos y el constante estrés agotaron su salud.

Falleció de cáncer en Londres el 2 de diciembre de 1881, un evento que según se cree, impactó profundamente a Karl Marx, quien murió dos años después.

 

viernes, 19 de septiembre de 2025

Rosa Parks

 




Rosa Parks (1913-2005)


El 1 de diciembre de 1955 Rosa Parks, costurera afroamericana de 42 años, volvía del trabajo en un autobús. En esa época en Alabama el transporte público estaba dividido por una línea que señalaba que las personas de raza blanca se sentaban adelante y los negros atrás. Los asientos del medio podían ser usados por negros en caso de que los blancos no los requirieran. Ahí al medio iba sentada Rosa cuando subió un pasajero blanco y el chofer del bus los instó a ella y a otras tres personas de color a moverse para atrás. Ella no se paró de su asiento y con ese simple gesto cambió la historia de los derechos civiles para siempre; Parks demostró que la dignidad puede ser una poderosa arma de lucha.

Rosa fue detenida y enjuiciada por violar una ley local, pasó la noche en la cárcel y tuvo que pagar una multa de 14 dólares para salir al día siguiente.

El vínculo de Parks con los derechos civiles venía desde antes del incidente del bus y ya en 1949 se había convertido en asesora de la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP) que promovía la igualdad de derechos y el fin de la discriminación. Cuando Rosa fue detenida en 1955, su amiga de la infancia, la activista Johnnie Carr, junto al hasta entonces desconocido pastor Martin Luther, organizaron una protesta contra los buses en Montgomery y llamaron a la población afroamericana a no usar este medio de transporte. Los buses dejaron de tener pasajeros de raza negra y tras 382 días de protesta la autoridad local tuvo que terminar con la segregación en el transporte público cuando la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró inconstitucional la separación racial en los buses.

La rebeldía de Rosa Parks y el posterior boicot contra el transporte trajo consigo una ola de protestas y resistencia no violenta por parte de los ciudadanos afroamericanos, que exigieron un trato justo a lo largo de todo el país. Convertida en un verdadero ícono de la lucha contra la desigualdad, Rosa se trasladó a Detroit a principios de los sesenta y comenzó a trabajar con el político demócrata John Conyers hasta finales de los ochenta. Enviudó en 1977 y una década después fundó el Instituto Rosa y Raymond Parks para incentivar el liderazgo entre los jóvenes de Detroit.

En 1996, Parks recibió la Medalla Presidencial de la Libertad de manos del presidente Bill Clinton y en 1999 fue galardonada con la Medalla de Oro del Congreso de los Estados Unidos por su lucha contra el racismo. Rosa nunca podría imaginarse que el simple hecho de no pararse de su siento se transformaría en un paso tan significativo en la lucha contra la discriminación, pero su instinto y valentía hicieron que muchos tomaran fuerza para exigir igualdad de derechos sociales.

https://mujeresbacanas.com/la-dama-de-los-derechos-civiles-rosa-parks/


sábado, 12 de julio de 2025

"Resistiré"

 



“ Información recogido de la red.”

Para quienes cantan "Resistiré", será bueno recordarles, que el autor de la canción la compuso en homenaje a su padre, miembro del Partido Comunista de España, quién fue sentenciado a pena de muerte, y toda su vida estuvo detenido, torturado y encarcelado, por su lucha incansable contra la dictadura franquista. Aquí un poco de la historia de Carlos Toro.

«Cuando pierda todas las partidas./ Cuando duerma con la soledad./ Cuando se me cierren las salidas/ y la noche no me deje en paz./ Cuando sienta miedo del silencio./ Cuando cueste mantenerme en pie./ Cuando se rebelen los recuerdos/ y me pongan contra la pared./ Resistiré, erguido frente a todo./ Me volveré de hierro para endurecer la piel/ y aunque los vientos de la vida soplen fuerte,/ soy como el junco que se dobla/ pero siempre sigue en pie./ Resistiré, para seguir viviendo,/ soportaré los golpes y jamás me rendiré...». Escribió Carlos Toro pensando y recordando a su Padre.

CARLOS TORO

Carlos Toro Montoro a lo mejor no era tan conocido hasta estos días. Compositor de numerosas canciones y periodista, sus letras se conocen no tanto por él, sino por los intérpretes que las cantan, como es el caso del Dúo Dinámico.
Sin embargo, detrás de la historia de Carlos Toro nos encontramos un periplo de lucha, de resistencia, que hace de esta canción algo especial. Sobre todo por quien fue el padre de Carlos Toro Montoro: Carlos Toro Gallego.

Hace muchos años, en el curso de una investigación histórica sobre represión franquista, di con el nombre de Carlos Toro Gallego. La explosión fortuita de un polvorín militar en Alcalá de Henares en septiembre de 1947 sirvió de pretexto a las autoridades franquistas para acometer detenciones contra las estructuras comunistas clandestinas del Partido Comunista de España (PCE) y de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Casi todos los comités de Alcalá de Henares y Madrid cayeron en aquellas fechas por un acto que era imposible que hubiese cometido la organización clandestina de los comunistas.

En octubre de 1947 fue detenido en Madrid Carlos Toro Gallego. Natural de Jaraicejo, un pequeño pueblo en la provincia de Cáceres, Toro Gallego había nacido en 1907. Antes del gol.

Ana Giner.

jueves, 1 de mayo de 2025

Gratitud


Un hombre estaba sentado en la acera, encorvado, con las manos escondiendo su rostro y los hombros cubiertos por una manta sucia. Era un mendigo. Nadie sabía su nombre, solo lo llamaban "viejo Silas". La mayoría pasaba por él como si fuera parte del paisaje.

Pero en aquella mañana fría, una hermosa mujer se detuvo frente a él. Vestía un vestido ajustado que abrazaba su silueta con elegancia. Los tacones altos de la misma color resonaban con firmeza a cada paso. Los cabellos largos bailaban con el viento de la ciudad, y un perfume discreto que parecía pertenecer a otro mundo.

Silas levantó los ojos, desconfiado.

—No tengo cambio —murmuró, intentando alejarla con la mirada.

Ella sonrió. Una sonrisa que no juzgaba.

—No vine a darte cambio. Vine a ofrecerte un almuerzo.

Él se rio, sin humor:

—Excelente. Después del banquete que tuve con el presidente, voy a querer postre también. Ahora déjame en paz.

Ella no se movió. Solo extendió la mano.

—Por favor. Solo acompáñame.

Un guardia municipal que observaba desde lejos se acercó.

—¿Todo bien aquí, señora?

—Sí —respondió ella, con firmeza dulce—. Quiero solo llevar a este señor a comer conmigo.

El guardia la reconoció.

—¿Está segura? Ese es Silas. Vive por aquí hace años. No es mala persona, pero... es complicado.

Ella asintió.

—Justamente por eso.

Contra su propia voluntad, Silas fue convencido. Los tres entraron juntos en un restaurante elegante, con ventanas amplias y camareros alineados. El gerente vino inmediatamente.

—Señora, con todo respeto... ese hombre... él no puede... eso perjudica el ambiente.

Ella miró al gerente con gentileza firme.

—¿Conoce la empresa Allure & Co.?

Él dudó.

—Claro... es una de nuestras mayores clientes en eventos cerrados.

—Pues bien. Soy Helena Diniz. Directora ejecutiva.

El rostro del gerente palideció.

—Lo siento, no sabía...

Ella interrumpió con un leve gesto.

—Ahora sabe. Y espero que sepa una cosa más: la humanidad no se mide por la apariencia de quien entra, sino por la forma en que somos tratados al salir.

Se sentaron a la mesa. El viejo Silas seguía en silencio, sin saber dónde poner las manos. Helena lo miró a los ojos.

—¿Se acuerda de mí?

Él entrecerró los ojos.

—No... su voz me suena familiar, pero...

Ella sonrió de nuevo.

—Hace veinte años, una chica hambrienta entró en este mismo restaurante. Estaba acurrucada en un rincón, temblando de frío, y sin valor para pedir nada. Usted era camarero aquí. Y fue el único que me vio.

Él se quedó inmóvil.

—Usted trajo un plato escondido de la cocina. Pagó con lo que tenía de propina. Y dijo: "Hoy es por mi cuenta. Pero no se olvide: solo siga adelante."

Silas bajó los ojos. Lentamente, lágrimas se formaron.

—¿Era usted?

—Sí. Y ahora soy yo quien está aquí... para recordar que el bien que hacemos, incluso olvidado por nosotros, es recordado por Dios.

Ella sacó un sobre de su bolso.

—Aquí tiene una tarjeta. Vaya a esa dirección. Hable con el Sr. Murilo. Él ya lo está esperando. Tiene un cuarto arreglado, un baño caliente y una oportunidad.

Silas lloraba en silencio.

—¿Por qué...? ¿Por qué haría esto por mí?

Helena apretó su mano con delicadeza.

—Porque usted ya lo hizo por mí. Y porque... no olvidé el sabor de aquel plato ni la dignidad con que fui tratada.

Antes de salir, ella miró al guardia y dijo:

—Gracias por permitir que esto sucediera.

Él sonrió, emocionado:

—Señora... quien agradece soy yo. Acabo de ver un milagro.

Tomado de la red.

Ana Giner