Importante

Nota: Es mi lema frente a la vida, es respetar a los demás, tal y como me gusta que me respeten a mí. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, con sinceridad y la verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y no perdona la traición a mi amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/ or, de los animales; no me interesas ni como humano, ni como amigo. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

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jueves, 1 de mayo de 2025

Gratitud


Un hombre estaba sentado en la acera, encorvado, con las manos escondiendo su rostro y los hombros cubiertos por una manta sucia. Era un mendigo. Nadie sabía su nombre, solo lo llamaban "viejo Silas". La mayoría pasaba por él como si fuera parte del paisaje.

Pero en aquella mañana fría, una hermosa mujer se detuvo frente a él. Vestía un vestido ajustado que abrazaba su silueta con elegancia. Los tacones altos de la misma color resonaban con firmeza a cada paso. Los cabellos largos bailaban con el viento de la ciudad, y un perfume discreto que parecía pertenecer a otro mundo.

Silas levantó los ojos, desconfiado.

—No tengo cambio —murmuró, intentando alejarla con la mirada.

Ella sonrió. Una sonrisa que no juzgaba.

—No vine a darte cambio. Vine a ofrecerte un almuerzo.

Él se rio, sin humor:

—Excelente. Después del banquete que tuve con el presidente, voy a querer postre también. Ahora déjame en paz.

Ella no se movió. Solo extendió la mano.

—Por favor. Solo acompáñame.

Un guardia municipal que observaba desde lejos se acercó.

—¿Todo bien aquí, señora?

—Sí —respondió ella, con firmeza dulce—. Quiero solo llevar a este señor a comer conmigo.

El guardia la reconoció.

—¿Está segura? Ese es Silas. Vive por aquí hace años. No es mala persona, pero... es complicado.

Ella asintió.

—Justamente por eso.

Contra su propia voluntad, Silas fue convencido. Los tres entraron juntos en un restaurante elegante, con ventanas amplias y camareros alineados. El gerente vino inmediatamente.

—Señora, con todo respeto... ese hombre... él no puede... eso perjudica el ambiente.

Ella miró al gerente con gentileza firme.

—¿Conoce la empresa Allure & Co.?

Él dudó.

—Claro... es una de nuestras mayores clientes en eventos cerrados.

—Pues bien. Soy Helena Diniz. Directora ejecutiva.

El rostro del gerente palideció.

—Lo siento, no sabía...

Ella interrumpió con un leve gesto.

—Ahora sabe. Y espero que sepa una cosa más: la humanidad no se mide por la apariencia de quien entra, sino por la forma en que somos tratados al salir.

Se sentaron a la mesa. El viejo Silas seguía en silencio, sin saber dónde poner las manos. Helena lo miró a los ojos.

—¿Se acuerda de mí?

Él entrecerró los ojos.

—No... su voz me suena familiar, pero...

Ella sonrió de nuevo.

—Hace veinte años, una chica hambrienta entró en este mismo restaurante. Estaba acurrucada en un rincón, temblando de frío, y sin valor para pedir nada. Usted era camarero aquí. Y fue el único que me vio.

Él se quedó inmóvil.

—Usted trajo un plato escondido de la cocina. Pagó con lo que tenía de propina. Y dijo: "Hoy es por mi cuenta. Pero no se olvide: solo siga adelante."

Silas bajó los ojos. Lentamente, lágrimas se formaron.

—¿Era usted?

—Sí. Y ahora soy yo quien está aquí... para recordar que el bien que hacemos, incluso olvidado por nosotros, es recordado por Dios.

Ella sacó un sobre de su bolso.

—Aquí tiene una tarjeta. Vaya a esa dirección. Hable con el Sr. Murilo. Él ya lo está esperando. Tiene un cuarto arreglado, un baño caliente y una oportunidad.

Silas lloraba en silencio.

—¿Por qué...? ¿Por qué haría esto por mí?

Helena apretó su mano con delicadeza.

—Porque usted ya lo hizo por mí. Y porque... no olvidé el sabor de aquel plato ni la dignidad con que fui tratada.

Antes de salir, ella miró al guardia y dijo:

—Gracias por permitir que esto sucediera.

Él sonrió, emocionado:

—Señora... quien agradece soy yo. Acabo de ver un milagro.

Tomado de la red.

Ana Giner

martes, 10 de diciembre de 2024

Sensibilidad



 INFORMACIÓN GENERAL SOBRE ALTA SENSIBILIDAD

Hay que tener cuidado, puesto que afecta y mucho a las personas sensibles o de una extrema sensibilidad a todos lo que nos rodea.

La Sensibilidad de Procesamiento Sensorial (SPS) – Alta Sensibilidad- es un rasgo de la personalidad (NO es un trastorno psicopatológico) presente en una de cada cinco personashombres y mujeres por igual. Esto representa un 20% de la población mundial y se describe como un rasgo con una base fisiológicahereditario y de carácter evolutivo, necesario para la supervivencia del ser humano.

Una persona con alta sensibilidad (PAS) tiene un sistema euro-sensorial más desarrollado que la mayoría de la gente, por lo que recibe mucha más información sensorial simultánea que alguien con una mediana sensibilidad. Esta particularidad condiciona la manera de percibir y sentir el mundo en el que vive.

La investigación reciente de la Dra. Elaine Aron la ha llevado a distinguir cuatro pilares esenciales, que una PAS debe reflejar, para ser considerada como tal:

  • Percepción sensorial intensa acompañada de una capacidad para captar gran cantidad de matices y detalles del entorno.

  • Un exceso de información sensorial que puede producir una saturación física o emocional.

  • Procesamiento profundo de la información recibida y reflexión sobre la misma de manera profunda.

  • Gran capacidad empática y fuerte emocionalidad.

Estas cuatro características van a manifestarse a través de una variada gama de comportamientos que actúan como indicadores de la posible presencia del rasgo de Alta Sensibilidad. Si eres una persona con alta sensibilidad es muy probable que te sientas identificado/a con la mayoría de las afirmaciones.

Ana Giner.

lunes, 4 de noviembre de 2024

AnimaNaturalis


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DESTACADO
Temporal deja a miles de animales en peligro ¿qué podemos hacer para ayudar?
 
Las incesantes lluvias que azotan la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía han desatado una crisis humanitaria y animal sin precedentes. Desde la activación del procedimiento de "múltiples víctimas" por parte del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, hasta la devastación de refugios de animales, la situación se ha vuelto crítica. Este desastre natural ha dejado al menos 51 muertos y un número incierto de animales heridos y abandonados. Ahora, más que nunca, necesitamos tu ayuda para salvaguardar a aquellos que no pueden defenderse.

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